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ISBN 978-956-416-248-5

Siete abismos sueltos y un hombre caminando
Parte 2

Autor:Pierre-Paul, Jean Jacques
Editorial:Pierre Paul, Jean Jacques
Materia:Retórica de la poesía
Clasificación:Haití
Público objetivo:General
Publicado:2023-09-30
Número de edición:2
Número de páginas:140
Tamaño:14x21cm.
Precio:$10.000
Encuadernación:Tapa blanda o rústica
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

Los recorridos de una forma de armar el poema en el libro “siete abismos sueltos y un hombre caminado”


Pienso en la figura de Jean Jacques PIERRE-PAUL (Haití 1979) caminando por el Litoral y esa imagen se va componiendo en distintos polígonos culturales que abordan los dominios del territorio que ha cubierto el autor como poeta, médico e inmigrante. Hablo de dominios porque se respira en su escritura el ejercicio de tomar los elementos que lo configuran y lo hace propio, particular: la forma y el sentido del poema. Esto vuelve al autor un centro de gravedad ineludible al hablar de poesía inmigrante en Chile y de la poesía en general en la Provincia de San Antonio. O sea, no se puede pensar el ejercicio cultural de la escritura sin pensar en el eje que impone Jean Jacques en el territorio. Sobre todo por los elementos únicos que ha construido en su propuesta.
Pienso en la figura de Jean Jacques como médico que se enfrenta a una dimensión de la realidad social chilena; la condición de la salud en Chile. Seguramente Jean en su vida lucha contra eso y ve, además, en los ciudadanos de un territorio comprendiendo otros elementos sensibles como reflexión de un lugar habitado por una marca cultural ¿Qué problemas son los que aquejan a los ciudadanos de un territorio como la Provincia de San Antonio que enfrenta el poeta-médico Jean Jacques PIERRE-PAUL?
Los pueblos costeros de la Provincia de San Antonio tienen una toponimia como imagen marca que siempre es difícil de sostener y genera tensiones en el habitar y vivir de dichos lugares. Me refiero a la imagen de “Litoral de los poetas”. ¿Cómo se ve esta imagen desde los que trabajan la escritura en estos territorios? Se sabe que este ejercicio no coincide con la práctica cultural de los que toman el oficio de la escritura y deciden hacerse cargo culturalmente de la carga de aquello.
Imagino que Jean Jacques anota sus poemas en recetarios, me dice que se le agotan más rápido que los otros médicos. Me cuenta que se dedicó a la medicina laboral, lo que me hace pensar en qué están los cuerpos de los trabajadores de Chile y, por sobre todo, los trabajadores de la provincia de San Antonio. Entonces, se me aparece otro elemento, ¿Qué hace que un médico ocupacional, haitiano, se decida por la poesía?
Eso nos puede llevar a preguntarnos si las realidades socioculturales de América son o no sufrientemente reflexionadas, en el ejercicio de la escritura, en la condición del arte como pensamiento Latinoamericano y del Caribe.
Me pregunto ahora ¿Cuántos poetas médicos hay en Chile? ¿Cuántos poetas médicos han existido en la historia? Están los que conocemos: Williams Carlos Williams, Antón Chejov pero ¿en Chile?
Entre el transito del creole, el francés y el español hay una nueva alternativa para la poesía, para el pensamiento en el poema que arma la obra de Jean Jacques, que desde la búsqueda de una identidad, de un origen, se prefiguran con las armas de otras culturas: halar desde la lengua extranjera. Reflexionar en una lengua extranjera los derroteros de un viaje y de una cultura que se extiende por el camino del poeta-médico-inmigrante y habitante de un territorio ha logrado hacer propio.
Haití, Cuba, Chile, San Antonio, el Tabo van armando una ruta que llega a amarrar una propuesta de obra de un tránsito cultural compuesto por la historia que es empujada por el lenguaje para surgir en la obra de Jean Jacques. Aquí aparecen los hilos de una obra que respira, cuestiona y reflexiona para entregarnos elementos propios ¿Cuáles son estos elementos? Los que se pasan a comentar.
La obra se llama “Siete abismos sueltos y un hombre caminando” la cual es parte de un proyecto poético de gran envergadura, siendo parte de una colección de 6 libros individuales. El libro está compuesto por 7 partes las cuales son: “Detalles insospechables de un río invertido”, “Mi memoria es un río que vuela”, “Llámame extranjero”, “Pisar un abismo y seguir caminando”, “Teoría del beso postcolonial”, “Llegando a Ítaca todo desaparece”, “(Manifiesto inesperado o la poética de lo inconquistable)”
En estos siete abismos podemos ver los recorridos de la forma de armar el poema en los procedimientos del autor.
Lo primero que se ve, en la conceptualización del libro, es que se busca en la palabra “abismo” como expresión del límite en el poema como búsqueda, completando dicho abismo con un sujeto en una acción, la acción del recorrido, la de “Un hombre caminando”. No se puede recorrer un abismo sin el límite del lenguaje, nos dice el autor. Lo que se puede entender aquí es que el hombre que sucede es el que camina, en el poema, para volver a recuperar el sentido del lenguaje por el cual se construye la identidad.
La única manera de recuperar el fuego (de la identidad) es a través de la poesía, que en su condición órfica, busca la identidad, la memoria que mira hacia atrás con todos los sentidos tratando de rearmar lo perdido hacia el futuro posible.
Luego de esto, podemos ver el modelaje del lenguaje que aparece en estos siete abismos. Vemos, primeramente el dominio de una lengua donde se reflexiona a través de la observación del poema que sostiene un oficio, en una escritura casi epigramática: 5 (nunca te he contado que los siete abismos/ son dos: mi poema y yo). Del poema “la suma de todos los abismos es un cuerpo preparado para ser visto o tocado”.
Otro elemento como registro de estilo del autor, es la fuerza expresiva marcada por la potencia de la representación de la experiencia, de lo vívido, del poema que busca alcanzar lo vívido. Así encontramos versos como: “la suma de todos los ríos es un hombre que sigue naciendo” del poema Detalles insospechables de un río invertido. O este otro ejemplo: “por eso llevo el nombre de todos los naufragios”. Del mismo poema.
Esta carga del poema lo podemos ver en que los cruces del viaje en Jean Jacques, están en bordear el límite expresivo del poema, como ya dijimos, hasta que llegue a una elevación, a una escritura que flota en una carga volcánica de una eternidad en el arco de lo posible. Me refiero a que siempre está la voluntad de una escritura que carga hacia el límite del futuro reinventando la memoria en un poema que flota, en la voz que la conduce y que elige la condición del poeta como un fenómeno que nos salva y nos eleva al mismo tiempo que se cuestiona.
El imaginario que arma el autor es la reconstrucción de un río, hecho del lenguaje, que flota y vuelve en la memoria, acariciando objetos únicos como las islas, las preguntas por las patrias habitadas, la condición de la poesía como espacio habitado y habitable, el poeta como condición de lo posible, sin dejar de ser vulnerable a la existencia.
Es por esto que en la escritura de Jean Jacques, encontramos la reivindicación de la figura del poeta en sus propios términos, que ha recorrido un camino para hablar una lengua de una patria desconocida. Los términos de un poeta-médico inmigrante y que lucha con un territorio. El poeta como un sujeto que vuelve a armar el sentido de la realidad desde la fuerza de la naturaleza. Como un sujeto que se reconstruye en otra lengua y reinventa la poesía, o sea, reinventa, la danza del lenguaje con su carga cultural. Busca, además, la identidad posible en un fuego que aparece en la reconstrucción de un viaje y su latencia, ocurriendo, para decirnos que, a pesar de la poesía, o por la poesía misma, se puede volver a caminar, en un equilibrio precario pero necesario, hecho de abismos que flotan hacia un futuro para habitar en las palabras que escogemos.

Luis Retamales Rozas
Dramaturgo, poeta y gestor cultural

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