Costumbres, personajes típicos y anécdotas de mi pueblo
Parte I
Todo libro tiene habitualmente en su inicio un prólogo, una presentación, o una introducción... como lo determinan los estilos y normas de una buena escritura, estos deben ser cortos, ágiles y muy dinámicos, pero en este caso por el contexto de este libro, se hace necesario hacer una excepción a la regla.
Las historias y leyendas que este libro pone a consideración del lector, se explican por sí solas, esto se da principalmente porque tienen vida propia y que a pesar del tiempo se mantienen vivas entre los habitantes de este Marchigüe, pero es necesario el poder comentarlas y colocarlas en valor real cada una de ellas, rescatando el entorno cultural y época donde se desarrollaron.
Cuando el autor me extiende la invitación a leer el borrador de este libro, donde pone por escrito las historias y leyendas de esta tierra, se me viene a la mente el poder señalar la importancia que tiene para las actuales y futuras generaciones, el riquísimo y amplio bagaje cultural no tangible de este pueblo de Marchigüe. Por la forma en que las escribe, creo que los lectores podrán revivir sentimientos de nostalgia y se cautivarán desde sus primeras líneas, cruzándose por sus mentes muchos recuerdos de antaño, experiencias e historias que vivieron y escucharon durante sus infancias. En algunos capítulos y párrafos de la lectura los transportará a paisajes de esta tierra que ya no existen, como también recuerdos de rostros de amigos y conocidos, algunos aún comparten entre nosotros, otros ya se han marchado; también les inundaran sus espacios presentes, olores de comidas caceras de antaño. Estas líneas les permitirán visualizar los extensos caminos recorridos por esta vida junto a los suyos y especial junto a este terruño llamado Marchigüe.
Al detenerme en algunos fragmentos, es irremediable el poder hacer la comparación y análisis entre lo que leo y lo que es la “Cultura Costina”, siendo el entendimiento de esta vida campesina, el profundo sentido humano y solidario que la caracteriza, modelo cultural de vivencias, leyendas y costumbres tan de esta zona, que pertenecen a este territorio y que se repiten en cada comunidad, con los matices propios de cada pueblo, quizás con nombres de personajes diferentes, pero del punto de vista de vivencia, con similares características.
En estas líneas me permitiré rápidamente conceptualizar la “Cultura Costina”, lo que es nuestra forma de vida, donde nos hemos criado y formado familia, creo que es necesario hacerlo como un preámbulo a la lectura de estas páginas, como una forma de mejor el entendimiento de estas líneas que revalorizan la historia reciente de Marchigüe, esta cultura que marcó las épocas pasadas, que marcó a nuestros padres y abuelos, que esta circunscrita en un sistema de organización social definido como tradicional y altamente solidario, lo que le imprime características propias. La producción fundamentalmente agrícola se orientaba a productos de consumo familiar, que requerían de pocas transformaciones para ser consumidos, las cantidades a producirse decían relación con los recursos disponibles, tamaño familiar, orientación de mercados para la venta y otras variables de menor importancia.
En esta cultura, las formas de producción estaban basadas en el uso de implementos simples, traccionados por lo general por animales, de acuerdo a procedimientos tradicionales, el hecho que la unidad de consumo y producción fuera la familia misma, la hacía tener objetivos múltiples, dentro de los cuales el proceso productivo de la agricultura era el más importante, en especial la siembra del trigo, que entregaba el alimento base de la familia, también para los animales de corral que proporcionaban la carne, en otro orden servía de alimento para los animales de trabajo y por ultimo como elemento de construcción de la casa, a través del adobe, la quincha y el techo de esta.
Lo anterior conlleva a la instalación y generación de una red de relaciones en el ámbito de la producción agrícola y que se reconocen hasta el día de hoy en gran parte del territorio, como son “La Siembra”, “EL Mingako”, “la Muerte de Chancho”, “La Trilla”, entre otras, donde la colaboración y la solidaridad del punto de vista de la mano de obra, son los elementos que sustentan esta “Cultura Costina”, generándose en cada una de estas actividades, instancias para el desarrollo de relaciones culturales y sociales, como el canto, la paya, la danza, etc., es en este entorno donde se forjan y se desarrollan las costumbres, tradiciones y mitos propios de este terruño, es en este entorno donde surgen y tienen vida propia las historias y leyendas de este libro, es una época que no estuvo exenta de dificultad y sacrificio de vida para nuestros antepasados, con los aires propio de una zona que trataba de superarse, que impulsaba sus primeros pasos hacia un mejor desarrollo y pasar, con caminos de tierra, con casas de adobe y de extensos corredores, donde los cerros de suaves lomajes, en época de verano se pintaban de amarillo, para entregar a posterior el importante trigo a la economía y consumo de las familias.
Al ir leyendo el escrito, les parecerá que están viviendo aquellos lejanos paisajes y pasajes de la historia de esta tierra, que van caminando junto a la narración o la leyenda, les dará la sensación de que van compartiendo con los ellos, desandando para volver a andar las veredas por donde han peregrinado los protagonistas hacedores de estas líneas, que no es por cierto "una bonita historia" con final feliz, sino más bien un libro que pone en valor la “Cultura Costina” y contextualiza la historia desde una perspectiva diferente.
Este libro, tiene en especial el poder trasmitir la historia reciente de un pueblo que se transforma rápidamente, donde en esta primera década del siglo XXI, sus historias y leyendas pertenecen a un mundo más moderno y globalizado, estas ya no solo se circunscriben a los limite geográficos y gente de Marchigüe, sino mas bien la modernidad ha instalado otro modelo de vida, más amplio, más rápido y que demanda más tecnología y una comunicación más efectiva, muy distante de lo que expresa en este libro, que junto al libro del mismo autor “Marchigüe y sus Raíces” editado en Octubre de 2006, son esfuerzos que permitirán conservar la identidad de la gente de este pueblo y que en el corto plazo serán los elementos que lo diferenciarán de otros, ambos libros tiene la visión de revalorizar la “Cultura Local y Costina”, como elemento de vida y que da sustento al presente y futuro de las nuevas generaciones y que contribuyen al desarrollo de un Marchigüe mas Pleno, más justo, más solidario, más de familia, más libre..
ERIC FUENTES CORNEJO