Reseña

La actual crisis que experimentan las democracias occidentales aparece como un fenómeno creciente estrechamente aparejado al debilitamiento de sus instituciones, la disminución de la participación ciudadana y el cuestionamiento transversal de la probidad de sus autoridades. Este escenario posibilita un deterioro general de los procesos políticos y derechos individuales fundamentales que la democracia está llamada a proteger, como son la realización de elecciones libres, trasparentes y justas, los derechos de libertad de expresión, libertad de prensa y libertad de reunión, la protección de la seguridad nacional de amenazas internas y externas, la protección de la propiedad, el acceso a servicios básicos como salud, vivienda, educación, etc. En tal sentido, sorprende la adhesión por formas autocráticas de gobierno que algunas encuestas de opinión han revelado de parte de la ciudadanía, conformando entonces un fenómeno que merece y deber ser examinado desde la académica con herramientas científicas y reflexivas pertinentes.