Degeneración y finis terrae
¿Cuántas veces un latido te ha cambiado la vida? Este libro es una confesión abierta de amores intensos, despedidas que desgarran y momentos que se graban en la piel. Aquí no se leen versos: se sienten, se viven, se sufren.
Latidos es un recorrido por las heridas que te hicieron fuerte, los amores imposibles que te hicieron temblar y las promesas rotas que aún te susurran en la memoria. Cada página late como un recuerdo que se resiste a morir.
Si alguna vez amaste al borde del abismo, si cargaste cicatrices que el mundo no ve o si aún buscas un refugio para tu historia, este libro es tu espejo. Porque todos somos latidos… y algunos se escuchan para siempre.
Rolando Arquímedes Navarrete Tapia (1935-2008) nació en Santiago. Fue hijo único hasta los doce años, cuando nació su hermana Lucía. Se casó con Elsa Tapia, con quien tuvo seis hijos. Durante gran parte de su vida trabajó como empleado público en dependencias del Ministerio de la Vivienda.
Primero vivió en Osorno, participando allí en las operaciones de erradicación campesina; luego se trasladó a Iquique, donde fomentó la organización de sindicatos y cooperativas de pescadores artesanales. Tras el golpe militar, fue exonerado. Enfrentó la temprana muerte de su hijo Rodrigo y debió desempeñarse en diversas actividades, desde un negocio de abarrotes en su casa hasta trabajos de administración de suministro de materiales en una compañía minera.
En sus múltiples ocupaciones siempre manifestó inquietud por los temas culturales, tanto en actividades del Colegio de Arquitectos como en el teatro de la ciudad de Antofagasta.