Escrito sobre arena
Una cámara analógica y un cuaderno de notas han sido las habituales compañías de Gerardo Araneda. En cierta ocasión, hace décadas, decidió escribir unos versos en la arena y los fotografió antes de ser devorados por las olas. Ahora esos poemas encuentran una nueva vida en estas páginas, para que el olvido no se lleve esas palabras cálidas y luminosas.