Artes de la sobada y el rebozo
Fertilidad, gestación, parto y post parto
La partera sirve a la mujer durante la gestación, parto y post parto. Ella está capacitada en salud, fisiología y el cuidado de las mujeres y de sus bebés. Sus servicios son ofrecidos de manera humanizada y respetuosa, con la mínima intervención durante el proceso fisiológico, a la vez que honra las decisiones de las madres. La sobada es un masaje terapéutico
particular realizado por las parteras tradicionales en Latinoamérica, tiene el fin de reposicionar el útero considerado momentáneamente “fuera de lugar”. No es un masaje cualquiera, sino una manipulación específica que remite a una particular concepción del organismo, profundizando en el análisis de los cambios ligados al ciclo sexual y
reproductivo femenino.
El Rebozo ha sido utilizado en México por las parteras tradicionales desde tiempos ancestrales para reconfortar a la gestante cuando siente dolor o incomodidad y para “acomodar” al bebé con el fin de lograr un parto más fácil. El rebozo es una proyección de sus manos, y claro, el rebozo pertenece a unas de técnicas más ancestrales conocida como la sobada, utilizada por parteras y curanderas para masajear “abrazar” el cuerpo, a través de frotaciones suaves y relajantes, fricciones para activar circulación y dar calor, amarres para estirar las extremidades y eslongar, entre otras. Por eso, decimos que el rebozo es un “amamacho” un abrazo para el alma. El rebozo con sus hebras une tradición y ciencia, improvisación y técnica, es un arte vivo y no es algo mecánico, por eso es bastante difundido y utilizado por equipos integrales de atención al
parto.