Relatos de un continente violento
Mi esfuerzo en estos relatos lo coloqué en el lenguaje.
Hubo instantes en que creí que aquellas frases que inserté
con todo cuidado para hacerlos brillar eran las exactas.
Varias noches me dormí satisfecho por lo conseguido,
por esa página o esa línea que estimé sin errores y superada.
Al despertar y releer, no pocas veces me embargó la desilusión,
debiendo deshacer lo hecho hasta por duodécima vez.
Entonces entendí que debía publicar, que era la excusa perfecta
para no continuar corrigiendo.
Espero no decepcionarlos, aunque tampoco me importa demasiado