Acompáñame
Realmente, no sé desde cuándo escribo. Desde niña tal vez, por afición natural.
El paisaje, mi labor como educadora, el dolor, la risa, la fe, eventos felices o tristes de mi familia y amigos han extraído sentimientos, desde las profundidades de mi ser.
He escrito no solo para mí, sino que en las letras descubrí una forma de regalar amor en versos, cuentos, discursos, etcétera. Y lo he hecho con verdadera alegría.
Creo que no todo lector gusta de la poesía y no estoy segura si todos los que leyeron mi primer libro de cuentos, querrán leer este. Tal vez lo hagan por puro amor. No obstante, los invito a acompañarme en un paseo tranquilo, reflexivo, a paso lento, por los senderos del alma.
Caminen conmigo las horas quietas, con la música que acompaña el silencio, sientan la lluvia, los atardeceres otoñales, el viento, el calor del fuego en el invierno, los múltiples destellos de la primavera o las tardes doradas del verano. Acompáñenme.