El caso del hombre de café, un señor que fotografía sueños
Don José viste solamente de café. Javier tiene varias teorías al respecto. A Celeste le gusta combinar colores en su arte, mientras Diego camina y escribe lo que ve. Rocío quiere aprender a volar, tía Amelia a florecer en la vejez y el abuelo quiere seguir gozando de la alegría del agua. La familia y los amigos del barrio descubren juntos el poder de soñar, de la mano de aventuras y misterios.
El caso del hombre de café, un señor que fotografía sueños, tiene que ver con eso que dice el niño curioso y atento que nos cuenta esta historia:
“Pareciera que los adultos también sueñan como nosotros los niños y, como a veces no se cumplen, sus deseos quedan medio olvidados, pero las personas y los sueños están siempre queriendo encontrarse”.
–Javier, súper investigador privado