Reseña

El sismo del 10 de noviembre de 1922 ha sido el más terrible en la historia de la Región de Atacama. Provocó la ruina de Vallenar y gran parte de Copiapó, siendo seguido por un tsunami transpacífico que abarcó gran parte del norte de Chile, afectando seriamente las ciudades de Chañaral y Coquimbo. La vastedad de la destrucción, número de víctimas y magnitud (8.5) lo posicionan entre los terremotos más terribles en la historia de Chile.
Este hito histórico dejó una profunda cicatriz en Atacama y al cumplirse 100 años de esa fatal noche, el saber las consecuencias que tuvo resulta importante no solo como conocimiento de almanaque, sino que para incrementar la cultura sísmica de la sociedad, reformar las políticas públicas y mejorar el ordenamiento territorial, lo que conllevará a reducir las víctimas fatales, encaminándonos hacia una comunidad y autoridades más preventivas que reaccionarias.