Nunca es brincadeira
Fuiste profesional... y no lo sabías
Julio César pasó su infancia entre Chile y Brasil a inicios de los ’90. Debutó joven, defendió los colores de dos seleccionados, ganó reñidos clásicos, sufrió goleadas en el extranjero, alzó importantes trofeos, compartió con campeones del mundo, protagonizó un River-Boca y se retiró con apenas 35 años… todo ello, sin siquiera convertirse en profesional.
Sus vivencias en cancha revelan que tanto aquellos que juegan al fútbol recreativamente como quienes tuvieron la dicha de vivir de él, transitan un camino común, marcado por la responsabilidad que conlleva pisar un campo de juego.