Tiempos difíciles
Crónicas latinoamericanas de pandemia y crisis social
La crónica literaria es un género que ha ido cobrando una importancia cada vez mayor en las últimas décadas. Su flexibilidad e hibridez la transforman en un modo de expresión apropiado para estos tiempos de mixturas y quiebres. Los antecedentes del género crónica son antiquísmos. Específicamente en el continente americano, las crónicas y cartas de relación de los conquistadores fundan una sólida tradición, que será la base de la literatura en lengua española en América.
Este libro reúne 140 crónicas literarias sobre la vida en tiempos de urgencia, en especial la surgida a partir de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, que vino a agudizar la crisis social presente en distintos territorios, especialmente en América Latina.
Estas obras fueron seleccionadas de un total de 244 recibidas en el Concurso “Tiempos difíciles”, organizado por la Editorial Universidad de Concepción a mediados de 2020.
Los textos que dan cuerpo al presente libro son versiones simultáneas sobre realidades particulares de los ciudadanos en tiempos de crisis y en medio de una epidemia de carácter mundial. Para usar la terminología médica hoy en boga, reflejan la temperatura y el latido de la vida real de las personas en distintos países.
Sus autores y autoras van desde estudiantes hasta personas mayores. El nivel de formalización y de escritura en algunos casos es dispar, aunque no la profundidad de mirada, por lo que conviven la expresión culta formal, la jerga de tribus informáticas y el lenguaje callejero. De este modo, concurren aquí, como en una plaza pública en medio de un desastre, escritores profesionales y principiantes, maestros de escuela, estudiantes, docentes universitarios, amas de casa y desempleados. Su origen territorial: ciudades y pueblos latinoamericanos, pero también de otros continentes.
Así, lo múltiple, lo diverso, lo heterogéneo son valores centrales de la muestra. No podía ser de otra manera. Este libro ha sido concebido lejos de lo que acostumbrábamos a llamar normalidad.