Reseña

En la década del sesenta confluyeron múltiples factores que empezaron gradualmente a erosionar el ideal de familia que hasta entonces suscitaba un gran consenso en la sociedad. La relación entre marido y mujer experimentó importantes cambios, al igual que el trato entre padres e hijos. Hubo numerosos cuestionamientos que fueron transformando rápidamente las costumbres: matrimonios sometidos a nuevas tensiones, demandas femeninas que exigían fidelidad de sus cónyuges y la posibilidad de trabajar fuera de sus casas, aunque no hubiera una necesidad económica para ello; una sexualidad que pasa en pocos años de tabú a mito; la introducción del control de la natalidad con la píldora anticonceptiva y los dispositivos intrauterinos; inéditas exigencias respecto a la educación de los hijos y la irrupción de un gran protagonismo de los jóvenes, algunos muy rebeldes. Y, todo ello, en un contexto de politización y efervescencia, grandes cambios tecnológicos y revolución sexual. Se va produciendo una grieta generacional y una ruptura en la transmisión de la identidad, los valores y la memoria familiar.
Todas las transformaciones que empezaron entonces a sacudir a las familias continuaron profundizándose en el tiempo y llegan hasta hoy. Una década apasionante enfocada en las personas que la vivieron.