Retorciendo el destino
De Caracas, Venezuela, a Baden, Suiza
Un estudiante universitario chileno, hijo de chilenos exiliados políticos (refugiados en Venezuela después del golpe de Estado de Pinochet en 1973), debe crecer en la patria de Bolívar, lejos de Chile. En su ultimo año de estudios de ingeniería mecánica en Caracas, debe buscar una empresa para realizar una práctica (pasantía) que la Universidad Simón Bolívar le exije para graduarse. Rápidamente, el jóven universitario se da cuenta de qué él no es más que un exiliado en Venezuela sin ningún tipo de conexión o red familiar que lo pueda ayudar, sin relaciones sociales relevantes. Solo cuenta con sus padres, exiliados en Venezuela ya hace 25 años. El estudiante univesitario experimenta lo duro que es ser exiliado cuando se trata de la movilidad social, la independencia económica y la búsqueda de la felicidad.
En el año 2000, con Chávez empezando a gobernar, Venezuela no le da ningún chance. La vida presenta, de repente, una oportunidad única, soprendente y sopresiva, que el estudiante no desea, pero debe hacerse un juicio y tomar una decisión. Así aparece la Confederación Helvética, Suiza, en su vida. Lo que no sabe el estudiante es que él es “Zona 1” y eso no es bueno.