Reseña

El propósito de este manual no es enseñar a administrar dinero desde la lógica humana, sino formar corazones gobernados por la fe y la conciencia del Reino de Dios. Finanzas que Reflejan la Fe nace del anhelo de conducir al creyente a una comprensión espiritual de los recursos, donde las finanzas dejan de ser un ámbito natural separado de la vida cristiana y pasan a ser un instrumento sagrado de mayordomía, fidelidad y comunión con Dios.

En un tiempo donde las riquezas y el éxito material suelen definirse por la abundancia externa, este discipulado nos invita a mirar desde la sabiduría del Espíritu, que enseña que la verdadera prosperidad no se mide por cuánto tenemos, sino por cuánto de Cristo gobierna nuestras decisiones.
El propósito de estas páginas es ayudar al lector a renovar su entendimiento respecto a la administración, la generosidad y la confianza, revelando que el dinero no es un fin, sino una herramienta que manifiesta la naturaleza y el carácter de Cristo en nosotros.

Cada enseñanza busca despertar una conciencia espiritual que entienda que todo recurso pertenece a Dios, y que somos llamados a reflejar Su orden y Su justicia en cada área de nuestra vida, incluyendo la económica.
La meta no es producir creyentes prósperos según los estándares del mundo, sino hijos maduros que saben vivir bajo el gobierno de la gracia, libres de la ansiedad, del control y del egoísmo, confiando en que la provisión fluye del Padre hacia aquellos que caminan conforme a Su propósito eterno.

A través de sus capítulos, el lector aprenderá que las finanzas son una expresión visible del corazón. En ellas se revela nuestra relación con la confianza, la obediencia, la fidelidad y el contentamiento. Por eso, Finanzas que Reflejan la Fe no propone métodos humanos ni fórmulas para multiplicar riquezas, sino principios espirituales que conducen a una vida ordenada, equilibrada y fructífera bajo el gobierno de Cristo.

El llamado de este libro es a vivir las finanzas desde la cruz, entendiendo que el verdadero dar no surge del esfuerzo ni del temor, sino del amor y la gratitud.
Dar, administrar, ahorrar o invertir, desde la perspectiva del Reino, se transforma en un acto de adoración y obediencia, porque cada decisión económica refleja nuestra fe y revela a quién pertenece nuestro corazón.

Que este material sea una herramienta de formación integral, capaz de guiarte a una visión espiritual y práctica de las finanzas.
Que al recorrer sus páginas, aprendas que la verdadera riqueza no está en los bienes que posees, sino en la vida de Cristo que te gobierna; y que todo lo que tienes, eres y haces, pueda reflejar la fe, la generosidad y la fidelidad del Hijo de Dios en ti.