Los dos mundos de la Babi
Querida nietecita, siempre quise escribir un par de líneas para que alguna vez supieras de dónde llegó tu abuela, dónde nació, dónde iba a la escuela, dónde y con quién jugaba. Es algo sobre mi existencia en este mundo, tal como sucedían año tras año las cosas y corría la vida. Lo hice así, porque los años me orientaban para no perderme en la vorágine de los acontecimientos.
Quiero decirte que no nací en esta tierra que es la tuya, sino en el otro lado del mundo, donde no hay desierto, ni mar, ni cielos iguales. El país de mi nacimiento es más pequeño que Chile y en el verano se asemeja a un jardín floreciente con un verdor maravilloso.
En más de 400 páginas te he bosquejado, Carolita, algo sobre mi vida con el único propósito para que supieras algo más sobre tu babi. Tengo fe en la nueva generación, en la tuya, que seguramente sabrá hacer florecer nuevamente este único y prometido mundo, que instaurará la paz, mayor justicia, más respeto por el prójimo y más amor en esta Tierra, y por esta Tierra.