Romeral fósil
Paleontología de la cordillera del Maule
La cordillera de los Andes, ícono identitario de Chile, no solo es una muralla geográfica: también es una gran archivadora del tiempo. Sus pliegues, grietas y terrazas guardan los vestigios de antiguos mundos, preservados en rocas de millones de años. En sus laderas y quebradas, la historia de la vida se revela en formas de maderas, huesos y conchas que el tiempo convirtió en piedra.
Esta guía te invita a explorar uno de esos paisajes fósiles: la Formación Abanico, que aflora en la zona cordillerana de la Región del Maule, específicamente en Los Queñes y las lagunas del Teno. Con una antigüedad que se extiende desde el Paleógeno hasta el Neógeno, este entorno montañoso conserva registros excepcionales de flora y fauna que habitaron lo que alguna vez fue un ecosistema más cálido y diverso. Destaca especialmente la llamada "Fauna del Tinguiririca", un conjunto fósil rico en mamíferos y marsupiales con formas y tamaños que ya no se observan en la actualidad. Estos fósiles, por tanto, constituyen un testimonio invaluable del pasado geológico y biológico de la zona central de Chile.