Reseña

Poética del Espinel
Hai un ejercicio que sí es desdado, el “hablar desde un sitio abandonado”. El mapeo resulta desconcertante, frustativo. Ante ello, la página del poema remueve el absceso que estalla, implosiona, supura i devela la piel de su contenida contradicción. Habitamos en definitiva el territorio o bien habitamos el conflicto subyacente en zonas de sacrificio, un tenso capítulo con tonos de zozobra. Puerto Antonia, este libro emotivamente intenso, que funciona como el super yo de Luisa Aedo Ambrosetti, está construido por un espacio donde “no se puede vivir” atravesado de borde a borde por el puente colgante, límite o cicatriz en el plano regulador que no considera ni “la basura que se escapa por toda la calle”, ni el cansancio “cuando la vida arrecia”.
Como a bordo de la micro de recorrido cerrino nos dejamos llevar por esta poesía salida del corazón con que la autora abre las páginas de este barrio, de este campamento, de este puerto, todo tocado por las imágenes de la niñez, las aprehensiones de la adolescencia, los desgarros de la mujer. En un medio traspasado por horizontes sin horizonte, pobladores desalojados en su propio desalojo i humedales amenazados.
Puerto Antonia, texto superior en la poética de Luisa Aedo Ambrosetti, revelatorio de la creciente i formidable marea de una producción de rotundo impacto, posee el diseño de “un espinel lleno de sangre y sin ningún pez en el interior”. Roberto Bescós, poeta