Reseña

Este texto analiza las prácticas científica y artísticas, destacando la necesidad de una transformación en los modos de producción del
conocimiento en el actual contexto de crisis global. El trabajo inicia con una reflexión sobre cómo la ciencia occidental ha perpetuado
históricamente jerarquías epistémicas, marginando los conocimientos indígenas y locales mediante prácticas de extractivismo
académico. Este fenómeno implica una apropiación de saberes sin reconocimiento ni reciprocidad, generando subordinación
epistemológica y limitando la participación efectiva de las comunidades en la búsqueda de soluciones pertinentes a problemas
complejos como el cambio climático. A partir de ello, se presentan conceptos claves como la justicia epistemológica, planteada desde
enfoques decoloniales e interculturales, que proponen relaciones horizontales entre distintos sistemas de conocimiento. Asimismo, se
aborda el impacto de la pandemia de COVID-19 en los métodos de investigación social, evidenciando la urgencia de adoptar enfoques
colaborativos y flexibles capaces de adaptarse a contextos dinámicos. Este análisis toma como ejemplo específico el caso del centro sur
de Chile, territorio afectado por desigualdades estructurales, conflictos socioecológicos y luchas históricas de pueblos originarios.
Finalmente, el capítulo enfatiza el diálogo intercientífico como estrategia clave para superar las barreras epistémicas y contribuir a generar soluciones pertinentes frente a los desafíos actuales. Se concluye afirmando que avanzar hacia la justicia epistemológica implica
reconocer explícitamente los saberes locales e indígenas, replantear las relaciones entre academia y territorios, y promover métodos
colaborativos que faciliten políticas públicas adaptadas a realidades locales diversas y complejas.