Reseña

Hay historias que se escriben al revés. Primero
se sobrevive. Después se entiende. Primero se
llora. Después se nombra. Esta es la historia
de un hombre que vivió cuatro décadas
sintiéndose distinto, sin saber por qué. Que
construyó una vida completa —como médico,
esposo, padre— con una mochila invisible al
hombro: la de no comprenderse del
todo. Durante años, disfrazó su diferencia con
esfuerzo, inteligencia, y un perfeccionismo
feroz. Hasta que su hijo le mostró un espejo. Y
lo que vio lo cambió todo. TEA a los 40 no es
solo un diagnóstico tardío. Es un viaje hacia
adentro. Un relato honesto, a veces crudo, a
veces luminoso, sobre lo que signi{ca ser
neurodivergente en un mundo que espera
que todos seamos iguales. Es un libro para
quienes sintieron que no encajaban, pero
siguieron caminando. Para quienes crecieron
en silencio, pero nunca dejaron de sentir. Y
para quienes necesitan saber que no están
solos.Porque comprenderse, a cualquier edad,
siempre es un acto de amor.