Encierros y lapsos indefinidos
Estos relatos llenos de vida tienen la fuerza imaginativa de la ficción y la intensidad emotiva de la autobiografía, un estilo distintivo de la escritura de Guisela Parra Molina y que ahora devela aquellos encierros metafóricos y fácticos que no se han limitado al tiempo que estuvimos confinados durante la reciente pandemia. La autora entreteje con gran habilidad narrativa experiencias personales con una realidad histórica que abarca seis décadas, desde las elecciones de 1964 hasta los entusiasmos y las decepciones de estos días, lapsos de difícil definición, pero que han ido configurando los contornos de nuestra biografía y los tropiezos, a veces cruentos, de nuestra historia.
Con ironía y lucidez, este viaje por las diferentes formas de opresión que hemos vivido —con sus exilios exteriores e interiores, los encierros políticos y sanitarios o toques de queda para nuestro bien o nuestro mal—, es al mismo tiempo una mirada conmovedora sobre la propia experiencia de la dictadura y sus consecuencias posteriores, así como una punzante crítica no exenta de un humor negro respecto del extraviado camino que hemos ido construyendo como sociedad.