Esmeralda carmesí
Es el año 1920 y la guerra no se toma descanso en el planeta Kepler. Confinados a su continente, los agrícolas de Arvum soportan a punta de cantidad los constantes asedios de los herreros de Fúsura, quienes les diezman las defensas como si fueran de papel al mando de sus armaduras mecánicas, exoesqueletos de combate de seis metros de altura, armados hasta los dientes.
Silvana Silvestre, una joven agrícola de dieciocho años, sabe que la guerra es inevitable y hará lo que sea para salvar a su hermano Oliver de ella. Para su desgracia, tomar el lugar de su hermano se antepone a una premisa más tajante que la muerte: una mujer no va al frente de batalla. Para probar su valía, y ser aceptada en lugar de Oliver, Silvana deberá luchar contra la cosmovisión de su especie, contra quienes pretendan entorpecerle el camino y contra su propio carácter apasionado, representado categóricamente en sus ojos esmeralda y carmesí.