Antuco
Muerte, amor y tormento
La comunidad lloraba a uno de sus hijos muertos. Un hijo de todos. Así de simple.
Ni más ni menos. Todos salieron a la calle principal por donde pasó la camioneta militar que llevaba el cuerpo de Tito hasta la casa de sus padres.
Una garra helada me apretaba el corazón, mientras recordaba la reciente muerte de mi único hijo, en un absurdo accidente en un ascensor en Santiago.
FSB