Reseña

En su debut literario, Sofía Román nos presenta una cadena de relatos en donde la escritura se proyecta y, a momentos, abandona los límites de la ficción.
Un libro en el que todo es una cuestión de perspectiva. Desde un hombre que emprende vuelo y observa con altura la población en la que vive, hasta una mujer que, por petición de su patrona, barre la calle y se adentra en los escombros de un condominio completo.
Son doce historias independientes que, en su conjunto, componen un arte figurativo. No representan nada abstracto, por el contrario, reflejan y muestran elementos cotidianos, de manera tal, que los lectores nos vemos seducidos en un efecto de ilusión entre lo real y lo que no lo es.
Estamos frente a un libro que refleja una panorámica social de un país que hace años vive en vías de desarrollo y olvida en las cifras los problemas cotidianos del colectivo.
De esta manera, lo importante no es lo primero que se lee, lo que se retiene, lo que pareciera visible, sino lo que queda fuera del alcance racionalmente observable.
Y tú, ¿desde qué perspectiva lo lees?