Las mujeres ancestrales
«Ancestrales» supone un nuevo punto en el tejido poético de la autora. Como en sus anteriores libros, este poemario centra el ojo en el finísimo hilo con que muchas mujeres, desde el nicho de su anonimato, han atado
los lazos sociales que nos unen.
«Quién no se ha sentado junto a una de ellas, los juncos se doblan la raíz la persigue
se adelgazan al vaivén de su paso instala la paz donde muchos se resisten».
Son muchas las convocadas a esta epifanía, a este canto ritual que la poeta entona. Una tarea de despertar a las muertas y darles el sitio que merecen, para contenerse y liberarse de las telas que atan los mandatos sociales.