Reseña

Peine es una localidad enclavada en el altiplano chileno, caracterizada por su vasto patrimonio cultural, arqueológico y natural. Esta comunidad ha mantenido una estrecha relación con su entorno, donde la agricultura y el respeto por los ciclos de la tierra forman parte de su identidad ancestral. El choclo, uno de los cultivos principales, no es solo un alimento, sino un símbolo de la conexión de la comunidad con la tierra y sus tradiciones. En este sentido, Peine se encuentra en una encrucijada entre la preservación de sus valores patrimoniales y la creciente influencia de proyectos externos, como la minería, que tienden a impactar las dinámicas culturales y sociales de la localidad.
La Escuela San Roque, un centro educativo esencial para Peine, no solo cumple una función formativa, sino que actúa como un guardián de la cultura local. Su rol trasciende la enseñanza convencional, integrando las tradiciones y saberes ancestrales dentro del proceso educativo. La participación de la comunidad escolar en actividades culturales, como la Fiesta del Choclo, es una extensión de este compromiso con la identidad de Peine. Sin embargo, la planificación y desarrollo de proyectos patrimoniales dentro de este contexto no está exenta de desafíos. Las tensiones surgen cuando el proyecto busca documentar y registrar rituales y prácticas que la comunidad considera íntimas y propias, lo que genera debates sobre los límites de la intervención externa y la autenticidad de la representación cultural.
En este contexto, el proyecto del recetario ancestral emerge como una iniciativa que pretende salvaguardar y celebrar el patrimonio alimentario de Peine. A través de la participación comunitaria y el apoyo de actores externos, como la empresa minera, el recetario busca recoger recetas y tradiciones vinculadas al cultivo del choclo.