Reseña

En el mundo actual, muchas organizaciones enfrentan dificultades para aprovechar su potencial creativo y construir equipos efectivos. Mientras los líderes se quejan de sus colaboradores, estos lamentan que su conocimiento y experiencia no sean considerados en la toma de decisiones. Esta desconexión, típica de la cultura vertical y del liderazgo de influencia, ha creado barreras que limitan la capacidad de las organizaciones para alcanzar sus objetivos estratégicos.
Para superar estas dinámicas, ¡No me digas que no te importa! propone el liderazgo de involucramiento, un enfoque que transforma organizaciones jerárquicas e ineficientes en espacios más eficaces, con climas laborales positivos y colaborativos.
Eduardo Walker, consultor especializado en transformación cultural, presenta una metodología para diseñar un plan de acción que convierta el involucramiento en aprendizaje organizacional. Su propuesta aborda las condiciones necesarias para potenciar la inteligencia colectiva, impulsando organizaciones capaces de enfrentar con éxito los desafíos de hoy.