Reflejos sobre una Luna quebrada
(CONTRAPORTADA “REFLEJOS SOBRE UNA LUNA QUEBRADA”)
¿A qué se vuelve cuando se regresa?, pareciera preguntarse la autora ante la luna quebrada de su memoria. Astro de sueños pretéritos, espejo roto sobre la patria de los afectos difuminados tras el sueño de Alicia atravesando el reflejo de su propia imagen. Pero la palabra pervive en el espíritu errante de Natasha Poeta, y no todo está perdido: el lenguaje de la tribu ha quedado indemne en el pozo de los recuerdos, para recuperar esos intraducibles ecos de voces y labios que amaron y fueron amados en la campana saudosa de tantos andenes.
El país añorado no es el mismo, ni la casa con su lámpara encendida, ni los rostros, ni los ademanes, ni el aire de otrora… Mas “el agua memoriosa” continúa su fluir desde lo entrañable, hiere y reconforta a la vez, porque el lenguaje ha vuelto a madurar bajo los veranos del calendario, desplegándose en nuevos versos, donde el humor sutil y el porfiado amor vuelven a exorcizar toda desventura.
Los fragmentos de la luna se van uniendo, sílaba a sílaba, en el rumor incesante de los versos, mientras la blanca esfera refulge sobre el mar del sur.
EM