Proto Agon
Proto Agon es una historia que pone a prueba el paradigma constituido por la afirmación “basado en hechos reales”, usado habitualmente para otorgar una condición de realismo y asegurar una mayor llegada al público. Esta aspiración a una supuesta mayor veracidad, que no necesariamente va asociada a la obtención de un mejor resultado o una mayor calidad, a menudo se queda en una transcripción de hechos sucedidos con pretensiones artísticas o comerciales.
En este caso, los hechos reales son abducciones sufridas por algunos de sus protagonistas.
Tras aclarar que la “Realidad” es un término que proviene de “la Verdad Real” que era “una versión que el Rey establecía sobre la verdad relativa a un hecho, fuese cierta o no”, el investigador Troy Moran se enfrasca en la búsqueda de variables de tangibilidad para otorgarle una veracidad judicial a los hechos que ha padecido el coprotagonista, los que ha registrado en unas muy pormenorizadas crónicas, caracterizadas por una impresionante precisión y rigurosidad en el proceso de consignar una enorme profusión de datos técnicos y geográficos de las abducciones de las que ha sido víctima.
Esa búsqueda de la verdad, en su dimensión más tangible, relativa a un hecho que es puesto en duda por todos los que no lo han vivido en forma personal, lo que literalmente le arruina a vida a quienes lo han vivido e intentado transmitirlo, es respaldada por el Sistema “Proto Agon”, diseñado por Troy Moran, como “una plataforma conceptual y de registro, proceso, análisis y síntesis de datos e información respaldada y validada, tanto existente como por ser generada, en localizaciones georreferenciadas, en el marco de un carácter testimonial que cristalicen en formatos de difusión y presentación en lenguaje de índole legal, que permitan respaldar comunicados de prensa y acciones legales en los Tribunales del país”. Casi se podría decir que este “Proto Agon” es una suerte de Bot que podría cobrar vida en cualquier momento.
El relato narra la campaña de terreno de varios días en que los protagonistas se van adentrando en un misterio, que va abriendo nuevas aristas en todo momento, y que va adquiriendo un ritmo cada vez más trepidante y que los va enfrentando a la aceptación de su veracidad, más allá de la resolución del mismo.
Una nueva faceta del investigador cuyas circunstancias lo han llevado a dedicarse a encontrar a personas desaparecidas, que nos abre una galería de personajes entrañables, enmarcados en una remembranza nostálgica de las décadas de los años cincuenta y sesenta.