Reseña

Los dolores personales, familiares y sociales que se produjeron en Chacabuco, marcan significativamente su historia, y pese a ser lejanos en el tiempo permanecen en la memoria de todos los chilenos, y en especial de quienes habitamos la Región de Antofagasta.
Junto con los recuerdos de Chacabuco y lo que estos simbolizan, existe la clara conciencia de la enorme capacidad de resiliencia de hombres, mujeres y niños que abandonaron Chacabuco en 1940 después del cierre de su actividad industrial, y de los hombres que privados de libertad la habitaron como presos de conciencia de la dictadura de Pinochet. Formaron sus valores y personalidades con una gran capacidad de sobrevivencia a tan difíciles momentos, para luego desarrollar sus vidas en busca de nuevos horizontes, intentando sanar los dolores y daños causados.
El profesor José Antonio González, en este libro hace una valiosa recolección y sistematización de antecedentes estadísticos, y los expone con una narrativa histórica que contextualiza el entorno económico, social y político que existió en ambos hechos dolorosos que marcan la historia de Chacabuco y que nos permiten entender esa enorme capacidad humana de aprender del pasado, para superar las malas experiencias y mirar el futuro con más sabiduría y respeto por los demás.