Sabores sin desperdicio
En Chile, se pierden y desperdician anualmente alrededor de 3,7 millones de toneladas de alimentos, lo que genera graves impactos sociales, económicos y ambientales, afectando a diversos sectores de la sociedad y el medio ambiente.. Este problema agrava la inseguridad alimentaria, perpetúa desigualdades y representa un desperdicio de elementos como
agua, energía y trabajo, elevando los costos para consumidores y empresas. Además, contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya que los alimentos desechados terminan en vertederos o rellenos sanitarios, donde generan metano, un gas 82 veces más contaminante que el dióxido de carbono. Se estima que el desperdicio de alimentos contribuye al 10% de las emisiones globales de GEI.
Abordar la pérdida y desperdicio de alimentos requiere un enfoque integrado que incluya políticas públicas, innovación tecnológica, conciencia ciudadana y cooperación entre sectores para mitigar sus impactos y avanzar hacia un sistema alimentario más justo y sostenible.