Destitución y separación
De la revuelta como experiencia a la dinámica revolucionaria
“Afilar un punto de vista revolucionario para atacar el presente, ese es el horizonte. Tomar la palabra en un debate que aún no existe, entrar en un banco de niebla y salir con un abecedario. Los años transcurridos han devastado las últimas frágiles certezas que aún mantenían en pie la política revolucionaria. Unos pocos intentos y atisbos de claridad han señalado caminos, mientras que alrededor se anda a tientas en la oscuridad. Para salir de esta oscuridad, primero hay que encontrarse en medio de ella, enfocarla. A fuerza de ensayo y error, partiendo de una condición situada dentro de la oscuridad, hay que dibujar mapas. Encontrar las palabras que faltan, escapar del cansancio que nos entrega al lenguaje del enemigo, localizar los contornos del propio campo entre el balbuceo y bajo la superficie”.