Reseña

En el corazón de estos relatos está su afán por recuperar palabras cargadas con una visión de mundo que trata – sobre todo – de la relación con otros, de la valoración de la vida sencilla, de hacer deseable el sosiego que se vive en comunidad, de la sabiduría de los antiguos, de la naturaleza, sus misterios y encantamientos que iluminan a todo niño. Se trata de narraciones permeadas por la dulzura del afecto.
El libro, las páginas, están concebidas como un lugar de encuentro; una forma de volver a sentarnos en torno al fuego mecidos por las palabras, por las historias. De algún modo, leer es volver al fogón simbólico para ir remontando pasado / presente / futuro en la voz cargada de los mayores que remueven las brasas, como don Quetro, para dar inicio al rito de escuchar.