Reseña

Las culturas Bato y Llolleo, que vivieron durante el período Alfarero Temprano entre los ríos Petorca y Cachapoal, aún están presentes a través de sus vestigios que aparecen cada cierto tiempo entre las arenas de alguna excavación. Sus cerámicas han resistido mil años. Sus jarros, cántaros y ollas inspiraron ciudades de barro. Sus orejeras y tembetás nos recuerdan rostros adornados en las orejas y en los labios. Sus pipas y osamentas nos acercan a los que aquí habitaron, entre valles bañados de aguas dulces y playas mojadas de sal.