Diarios de un bailarín
Los Diarios de un bailarín de Ítalo Tai se inscriben en la tradición de un género noble (el del diario), tan valioso literariamente como la novela o la poesía; este diario es hermano de Diario íntimo de Luis Oyarzún y de Radiaciones de Ernst Junger. Tai fluye, danza en estas páginas entre lo interior y lo exterior, entre lo arquetípico y lo cotidiano; pocos escritores por estos lares han hecho este ejercicio; sólo un espíritu libre, refinado como el de Tai lo logra sin estridencia y con poesía.