Pastoral
Pastoral de Carl Philips expande el género poético del que toma el nombre, así como también el imaginario bíblico y clásico, para
ubicar el poema en una pregunta más extensa por la relación del arte con el deseo y del deseo con la naturaleza. ¿Qué es lo que da forma a aquello que parece eterno y evidente? ¿Qué lugar tiene la palabra en ese proceso? Aquí, la materia del poema es el deseo; cómo se amolda un cuerpo a otro, cómo la materia es moldeada también por una voluntad: «La forma de cualquier cosa / es la forma que hace una línea / a su alrededor». Reivindicando maneras alternativas de pensar el erotismo, este, uno de los primeros trabajos de Phillips, se ubica en la deriva de pensar la relación del cuerpo humano y la palabra, entregados a entidades superiores a sí mismos que les exceden en fuerza: «Nadie muere; abandonadas a sí mismas, las olas / encuentran un patrón, y es uno antiguo, / sí: un rugido (...)».