Reseña

Escribir es para mí emprender una aventura. Una en que llevo a varios de ustedes a cuestas, simplemente por el hecho de que quiero imaginar sus rostros y tener una idea de las emociones que se pueden presentar. Es una aventura que nunca es en vano, porque siempre pasa algo, a ustedes y a mí. Algo nos sorprende, algo nos inquieta, algo nos toca la fibra de un recuerdo y/o algo nos hace dimensionar lo que vivimos con mayor profundidad. Este tiempo de escritor me ha permitido, literalmente, vivir mejor, y espero sinceramente que a ustedes, el hecho de leer estos relatos, les brinde algún regalo.
Más historias por supuesto, estoy fascinado con ellas y, por lo tanto, por acá seguimos la senda de su antecesor. Historias que nuevamente salen de la imaginación o de cómo la imaginación reordena y sazona lo que hemos vivido. Algunas son simples y cotidianas, otras van a requerir una segunda lectura. Me gusta ese matiz, relatos de todo tipo, algunos muy cercanos y otros perdidos en mundos distantes que apenas alcanzamos a tocar.
Más adentro porque esta vez algunos sentimientos son más complejos, continúa rondando el amor y la amistad, pero ahora se nos aparece la muerte, la ausencia, el mal, la ira, la frustración… cosas que todos experimentamos pero que probablemente queremos, si no evitar, al menos no quedarnos en sus dominios más allá del tiempo estrictamente necesario.
Vivo tiempos especiales, donde cada día es una moneda que debe ser gastada con sabiduría. Para ello me encuentro bien acompañado. Nuevamente les agradezco a esos compañeros con los cuales compartir la vida es algo tan rico y natural. Es el pan nuestro de cada día y con eso queda todo dicho.
Gracias especiales a Ricardo Leiva (mi editor) e Iván Villalobos (Diseño y gráfica), porque ellos me ayudaron en la magia de transformar páginas de Word en un objeto con valor. Algo que se puede tener en las manos y con ello acercarnos aún más.