Reseña

¿Cuántas sectas existen alrededor del mundo? No es posible cuantificarlas, pero sí sabemos que se cuentan por miles. Su naturaleza, así como sus propósitos, son diversos: mientras algunas proclaman una búsqueda espiritual, otras promueven la violencia autodestructiva o dirigida hacia otros seres humanos.
El periodista e historiador Juan Guillermo Prado, con amplia experiencia en el estudio del fenómeno sectario y las prácticas rituales, aborda en este libro el ángulo más oscuro y peligroso de los cultos y creencias extremas, que se expresa en crímenes, sacrificios y suicidios inducidos por singulares ideologías.
El infierno desatado en la selva de Guyana por el reverendo Jim Jones, donde más de 900 personas perdieron la vida para defender a su líder y esperar la resurrección; el estremecedor destino de medio millar de personas en Kenia, quienes murieron de inanición bajo las órdenes del pastor Paul Nthenge Mackenzie; y el impactante caso de los “narcosatánicos” de México, liderados por el siniestro Adolfo de Jesús Constanzo, son parte del pavoroso catastro de las últimas décadas.
En Chile, la historia reciente registra casos conocidos de crímenes rituales, como las misteriosas muertes registradas en Coronel en los años 80, asociadas a la enigmática Misión Hebrea Nedara; el sacrificio del niño José Luis Painecur, quien fue lanzado al mar en Puerto Saavedra para aplacar la naturaleza tras el cataclismo de 1960; o el tristemente célebre infanticidio de un recién nacido en Colliguay, incentivado por el delirio místico de Antares de la Luz y sus secuaces.
Finalmente, el autor aborda impactantes autoinmolaciones inspiradas por las severas convicciones de quienes las practican, desde los monjes budistas bonzos de Vietnam hasta quienes se quitaron la vida prendiéndose fuego por sus convicciones políticas y sociales.