Reseña

Pienso que, si bien existen libros que sólo resisten la lectura linea, pues nada ofrecen más allá de un más o menos atractivo argumento, hay otros, como el presente, que nos seducen con un centelleo de puertas, invitándonos al juego milenario del laberinto, que es el de los grandes compendios ficcionales desde las mil y una noches a La antología de la literatura fantástica de Borges, Ocampo y Bioy Casares. De tal modo y en tal juego, el lector deviene monstruo, gravitando entre la metamorfosis y la automorfosis, licuando su identidad para alcanzar una unidad existencial más afín a la hondura de sus apetencias.

Se trata de una selección de cuentos que se nos ofrecen ya presentadas por la artillería crítica de los virtuosos ensayistas que aquí concurren, en un labor argonáutica, una colectiva instalación que combina, con infrecuente sentido del equilibrio, el bisturí del intelecto y el pincel del corazón.

Carlos Lloró