Michel Foucault, una lectura posthumanista
Ética, política, porvenir
El lente a través de la cual este trabajo reconstruye la vertiginosa, en ocasiones aparentemente contradictoria y, en todo caso, intrincada trayectoria foucaultiana –permítaseme: uno de los grandes filósofos del siglo XX– es la continuidad del problema, estrictamente filosófico y político a la vez, que atraviesa toda la producción del pensador francés. […]
Lo que está en juego aquí, no es sólo el resultado de aquella «anarqueología del extravío», como la denomina el autor de este libro, que descentra el análisis del Sujeto […], sino también la posibilidad misma de abordarlo como un complejo entramado de fuerzas activas e impersonales que permita acceder al proceso de formación, tanto de la agentividad subjetiva como de los poderes que trabajan en su domesticación. Para Foucault, atacar al humanismo y la metafísica significa atacar al último reducto del cartesianismo: la separación entre res cogitans y res extensa, entre interioridad soberana y exterioridad pasiva, para situar, en cambio, en el centro del análisis, el complejo juego de fuerzas entre poder y contrapoder asumido por la investigación genealógica como un inmanente, contradictorio y siempre resistido circuito de regulación.
Es mérito indudable del libro, que confío al lector, haber captado la relevancia de muchos de estos temas en todo el recorrido teórico de Foucault. Pero también –y quiero subrayarlo–, dado que también Iván Torres Apablaza hace referencia explícita a ellos, por la responsabilidad que, todavía y permanentemente, tenemos por delante.
Del Prólogo, Sandro Chignola, Università di Padova.