Reseña

Era como si las puertas del infierno se abrieran dejando salir a los “ángeles caídos”. Todo este paquete ideológico llegó de la mano de un acuerdo mundial de la élite, llamado “agenda 2030”. El segundo gobierno de Michelle Bachellet, ya había comenzado a implementarlo y sorpresivamente la derecha política también estaba aceptando tales cambios y avanzando en la agenda.
Octubre 2019 sorprendió a todo Chile y al mundo entero. Las ideas progresistas de este “nuevo mundo” que estaban pariendo “los ángeles caídos” debían instalarse en Chile en su nueva Constitución, como ejemplo de lo que vendría a toda América Latina. Los representantes de la “agenda de los ángeles caídos” llegaron las primeras semanas para firmar un acuerdo con la mesa directiva de los constituyentes, sin autorización del Pleno.
Chile rechazó la constitución neomarxista el 4 de septiembre de 2022 con un 62%, pero la arremetida de la “agenda de los ángeles caídos” se evidenció en una serie de conceptos que también promovió el segundo proceso constituyente. Interseccionalidad, igualdad sustantiva, derechos de las familias diversas, derechos colectivos de pueblos originarios, aceptación y constitucionalización del concepto no científico de “cambio climático”, entre otras desprolijidades.
Pero la agenda de los ángeles caídos sigue presente, a pesar de que Chile rechazó dos proyectos constitucionales con estas ideas, el presidente neomarxista Gabriel Boric, en su última cuenta pública, anunció poner urgencia al proyecto de aborto completo y la eutanasia. Mientras Chile pierde control sobre el crimen organizado, el terrorismo y la inmigración descontrolada, la agenda de los ángeles caídos es una prioridad para sus emisarios progresistas. Al repasar los aspectos filosóficos y sociológicos, no queda duda de que la Agenda 2030 tiene posición política y religiosa. En este libro explicaremos cada uno de esos aspectos.