Pequeños accidentes
Bajo el tono mesurado, engañosamente contenido en la superficie de la poesía de Carolina Muñoz, laten persistentes las pérdidas, vacíos que van llenando incluso mínimos objetos o lugares sin marcas con los que tropezamos cotidianamente, pequeños accidentes que reactivan la memoria, como si todo pudiera cargar o reflejar una y otra vez aquellos seres que llenaban una vida. Poesía sin estridencias pero vibrante, tensa y emotiva sin violencia en su ajuste constante a la imagen precisa con una lengua rigurosa, sin intersticios vacilantes ni rellenos.