Los recolectores
En la realidad que habitan los personajes de esta historia, un libro puede significar dos cosas: un peligro o un tesoro. Lo que alguna vez fue Santiago está convertido en ruinas que pesan sobre una ciudad gris. Por ella se mueven los llamados «Recolectores», un grupo fragmentado que la ciudad escupió y que sobrevive con las sobras de las sobras. Pero aun en la precariedad compartida se generan disputas. Por eso Clemente, Martín y Renata deben moverse para resistir y recolectar elementos que les signifiquen créditos en el llamado «Centro de Acopio». Personas, comida y agua se obtienen con lo que sea que encuentren bajo los escombros o en medio del polvo.
Alguna vez, Franz Kafka escribió: «A partir de cierto punto no hay retorno. Ese el punto que hay que alcanzar». En esta estremecedora distopía, los personajes intentan sobrevivir sin más opción que seguir, un poco a la deriva, un poco hacia la nada. Tal vez, el punto de no retorno para ellos sea la cúspide de otro punto: el de la revolución.