Diálogos del vigilante y el silencio
Cuenta una antigua leyenda
que ningún mago vaticinó
por no ver la señal de las estrellas
en la inmensa creación del firmamento
Y a espaldas del mar
con augurios de inocencia primaria
conjurados en un abrazo infinito
como mito verde de desierto con flores
hasta una noche de magia de bosques
con aromas de jazmín, duendes y hadas
de orillas de playa mojando los pies
senderos rojos de otoño
de miles de soles para mil atardeceres
de chimeneas encendidas por lluvias australes
noche de destinos
a pupilas dilatadas con narcóticos de amor.