Reseña

Estamos ante páginas poderosas que fluyen desde un compromiso profundo, donde Martín Faunes nos hace llegar sin estridencia pero con cercanía y ternura, y un profundo sentimiento de humanidad, como ese bellísimo cuento en que un abuelo regresa a lugares donde antaño vivió las más fuertes experiencias, y los recorre ahora junto a su nieto, que nada de eso conoció («Un lápiz de pasta marca BIC») o aquel en que el protagonista es su propio padre («Cátedra de educación cívica»), y aquellos donde están sus amigas y amigos, sus compañeros de lucha y de universidad, conocidos y desconocidos que, gracias a la magia de las palabras, reviven y estarán ahí, siempre.