Cuando se van los hijos
Dedicatoria del libro: “Para Richard,
quien representa la mejor elección que mi alma haya hecho en este paraíso terrenal: ser madre de mi gran maestro del amor incondicional, tarea que inició en su nacimiento y que culminó desde los meses posteriores a su accidente, hasta su muerte a los 18 años de vida”.
El viaje de Esperanza subraya una verdad universal: el autoconocimiento es la piedra angular del desarrollo personal. A través de su historia, nos recuerda que, más allá del dolor y la muerte, e independientemente de los títulos y logros profesionales, la verdadera felicidad y plenitud se encuentran en el continuo descubrimiento de nuestro ser más auténtico.