El nieto de Noé
El nieto de Noé comenzó a gestarse en aquellas mañanas
cuando los dos primeros hijos del autor cursaban su
primera escolaridad. Con su particular humor sutil, no
carente de ternura, les narraba episodios donde los
protagonistas eran animales encantadores y ridículos al
mismo tiempo.
Estos relatos completamente improvisados, mucho
después, han sido cosidos con el diáfano hilo de la
nostalgia y un cierto afán de recuperación de las infancias
idas, más algún grado de pureza y claridad, con un
ingrediente animalero, evocador quizás de la propia
infancia.
Francisco Javier Alcalde nos entrega el universo de la vida
moviéndose con simpleza, simpatía y menudencia,
reunido en algún recóndito lugar de tierras, aires y
aguas...