Agua vertiendo
"Agua Vertiendo" refuerza una vez más la ya larga fidelidad de Jaime Mancilla a esa forma brevísima de la observación poética que es el haiku. Sus invariables tres versos se ajustan suficientemente a su experiencia y registro sensible de un mundo que se revela en los aspectos mínimos de los fenómenos naturales, pero donde no están ausentes seres humanos como entrevistos tras las escenas que no son sino apariciones tras uno y otro parpadeo.