Francisco de Asís
Hoy, la santidad dejó de ser un tema de privilegiados, y su realización no está sólo al alcance de sacerdotes y religiosas, porque detrás de cada persona se oculta un santo. Es fácil encontrar, en las calles, en los hogares, en hospitales y otros lugares de trabajo, hombres y mujeres que asumen dolores físicos y morales, o que son víctimas de injusticias, de soledad, de falta de salud y de otras carencias. Sin duda, esas personas están entre los predilectos de Dios. Uno de estos santos, que, a pesar de haber transcurrido casi ocho siglos, sigue presente en el mundo cristiano, es san Francisco de Asís. Al repasar su vida y su Orden Religiosa, se encuentran elementos valiosos y aplicables a nuestra realidad.