Reseña

Prólogo
Cruzando Bajo el Arcoíris; es un viaje donde las palabras florecen, la tierra besa el cielo y el sol acaricia los corazones de su gente, la poesía se convierte en un fruto maduro y jugoso como el tamarindo, esa fruta agridulce de la infancia mexicana. Jiménez utiliza esta dualidad de la vida, donde lo amargo y lo dulce se entrelazan de forma inseparable.
Jiménez nos envuelve una celebración y un transitar sobre de riqueza cultural de México, donde el mestizaje de civilizaciones antiguas y la influencia de la naturaleza se cruzan en un abrazo eterno.
Las raíces de la poesía se hunden profundamente en la tierra, beben de las aguas de sus ríos, y se elevan como las montañas que rodean el país.
La voz de Guillermo trasciende el tiempo y el espacio, el eco de los dioses y los susurros de los antepasados hablan a nuestro oído mientras nos llenamos de nostalgia al leerlo.
Cito, – Dialogando con Papá – “mediante las palabras te traigo conmigo/ te hago vivir, logro tenerte a mi lado/
En este poema el autor canaliza la tristeza de la perdida, pero lo hace con tanto respeto que podemos leer entre líneas la aceptación de las reglas de la vida y la muerte, dejando impresa la creencia de que un día en el más allá, nos reencontraremos con aquél que se marchó, no por eso deja de sentir la presencia del ser amado que vive tanto en su corazón como en su quehacer artístico.